Desde bien pequeño he sido una persona muy ligada al deporte: natación, balonmano, voleibol, futbol, ciclismo, atletismo, triatlón. Como podréis imaginar esto ha acabado generando en mí la necesidad de hacer deporte casi a diario, no solo por el hecho de sentirte saludable y sano sino porque el final el cuerpo se acostumbra a unas rutinas que con el tiempo él mismo te las pide para sentirse bien.
Toda esta práctica deportiva te acaba llevando a buscar amigos y compañeros de entrenamientos y aventuras, a compartirla con los tuyos y a buscar nuevos retos. Te metes de lleno en el mundo de la competición y en esa vorágine de tratar siempre de disfrutar, buscas algo nuevo pero a la vez mejorar tus tiempos y marcas.
Como podréis imaginar todo esto requiere de mucho tiempo tanto para entrenar como para luego asistir a las pruebas a las que te inscribes. Hay épocas en las que esto no supone ningún sacrificio, dispones de ese tiempo y puedes ajustar el resto de actividades de tu vida cotidiana sin ningún tipo de problema. Pero, poco a poco la vida te va cambiando, la familia crece y a la vez los tiempos se reducen y se hace más complicado compaginar todas estas actividades con el tiempo que requieren los más pequeños de la casa.
Deporte en familia, una doble experiencia
En mi caso tengo dos hijos, un niño de año y 5 meses y una niña de 5 meses, con lo que podréis imaginar que el deporte con vista a la competición ha pasado a un segundo plano. Digo con vistas a la competición porque mi mujer y yo desde que nació el primero de nuestros pequeños tuvimos claro que queríamos un carro de bebés para correr para así poder seguir saliendo con él a hacer deporte, ese carro a día de hoy lo ha heredado su hermana y él ha pasado a la silla de bicicleta con lo que ahora uno sale a correr mientras el otro acompaña con la bicicleta. ¡Los 4 haciendo deporte!
Con el famoso carro de correr mi hijo mayor, el de algo más de un año, y yo hemos recorrido el antiguo cauce del río Turia entrenando en innumerables ocasiones, con el equipo y hemos participado en todo tipo de carreras, populares, la Volta a Peu, 15k, medias maratones,… me ha acompañado al cruzar la meta en otras muchas pruebas deportivas. Desde entonces las carreras y los entrenamientos han tomado otro sentido, ahora son más pensando en disfrutar y compartir tiempo con él y menos en superar y mejorar tiempos.
Aunque aún es muy pequeño estoy seguro que estas salidas deportivas a la larga y cuando sea más mayor le ayudarán a plantearse un estilo de vida saludable y acompañado de deporte así como a darle unos valores muy importantes.
Os voy a contar un día de carrera con él:
Nos levantamos temprano por la mañana, imaginaros los nervios preparando al pequeño y todo lo necesario para la carrera. Cogemos el autobús o vamos caminado/trotando por el río y así aprovechas para calentar y despejarte.
Llegamos a la línea de salida y la sensación de saber que vas a compartir un rato genial con tu hijo haciendo lo que más te gusta es increíble, la carrera es para él pues aunque quiera llevar un determinado ritmo hoy lo principal es que él disfrute y esté bien.
Pistoletazo de salida y comienza la carrera, voy pendiente de mis pasos, pendiente de cómo irá él en el carro y viéndole disfrutar del ambiente y alucinar con tanta gente alrededor, lo veo sonreír y sonrío con él. Vamos con mucho cuidado con el resto de corredores pues no queremos darles con las ruedas del carro y molestarles o lesionarles, somos nosotros los que podemos molestar.
Van pasando los kilómetros y la gente te ve pasar con el carro y te anima mientras yo sigo pendiente de Teo, no os lo había dicho antes verdad, se ha dormido pues le encanta y relaja salir a correr como a mí.
Poco a poco veo como se acerca la meta y la sensación de alegría va creciendo, ¡hemos corrido otra carrera juntos y cruzado una meta más, es una sensación increíble!
Os he querido contar, lo más breve que posible, mi experiencia en cuanto a entrenamiento, carreras y relación con el deporte porque independientemente de si practicas mucho o poco deporte hay que buscar llevar un estilo de vida lo más saludable posible y si encima lo puedes compaginar actividades al aire libre y/o deportivas mejor que mejor. Es más si las puedes compartir con los tuyos, bien sea la familia, bien sea con amigos verás que se convierte si cabe en una experiencia aún mejor y que siempre quedará en tu memoria.
Pensando en todo esto que os contaba y con la idea de que podáis compartir experiencias como la mía con los vuestros desde BIOPARC Valencia creamos hace tres años la CARRERA EN MANADA, una oportunidad de compartir una pequeña carrera con los tuyos, incluso con los más pequeños y recorrer parte del jardín del antiguo cauce del rio Turia, el parque de Cabecera y BIOPARC Valencia.
Aprovechar la oportunidad de disfrutar de una carrera SOLIDARIA, diferente, divertida y sin un componente competitivo.
¡El 26 de junio nos vemos en la 4ª CARRERA EN MANADA!
Firmado: Manuel Celda – Departamento de Marketing y comercial de BIOPARC Valencia.