Hiena rayada

Hyaena hyaena

Nombre común

Hiena rayada

Hábitat

La hiena rayada ocupa regiones áridas, semiáridas y abiertas, que incluyen sabanas, praderas, humedales, bosques y zonas montañosas con matorrales. Evitan los bosques y matorrales densos, así como el desierto abierto.
Características

Familia

Hyaenidae
Subfamilia: Hyaeninae

Orden

Carnivora

Clase

Mammalia

Gestación

90 días.

Nº de crías

Camadas de 1 a 5 crías.

P. Reproducción

EEP

Dieta

Se trata de una especie predominantemente carroñera. Se alimenta principalmente de cadáveres de grandes vertebrados (tanto carne como huesos) y de desechos humanos, pudiendo complementar su dieta con frutas, insectos y cazando a pequeños animales (liebres, roedores, reptiles y aves).

Vida

Se estima que tienen una esperanza de vida de unos 10-12 años en estado salvaje, pudiendo alcanzar los 24 años en cautividad.

Biología y comportamiento

La hiena rayada es de hábitos casi estrictamente nocturnos, aunque, ocasionalmente, puede encontrarse activa durante las primeras y últimas horas del día. Se las considera solitarias, ya que se alimentan solas y rara vez se las ve en grupo. Aunque parece que su organización social cambia entre las distintas poblaciones. En algunas zonas (como en Asia central) se organizan en pequeños grupos familiares formados por una pareja adulta (macho y hembra) y sus descendientes, que pueden ser de diferentes camadas. Los adultos y los descendientes más mayores colaboran trayendo comida para los hermanos menores. Por otro lado, en áfrica subsahariana es solitaria, pero en el condado de Laikipia (Kenia) pueden formar grupos de hasta cuatro adultos (una hembra con varios machos) que comparten un mismo espacio y pueden encontrarse descansando juntos durante el día. Las hembras son intolerantes con otras hembras y dominantes sobre los machos.

Normalmente utilizan cuevas u otras hendiduras rocosas como guaridas, aunque también pueden utilizar madrigueras de tierra (excavadas por la hembra o madrigueras abandonadas de otras especies). Los machos no suelen pasar mucho tiempo en las guaridas, por lo que el cuidado de los cachorros recae principalmente en las hembras. Las crías nacen con los ojos y las orejas cerradas, siendo más inmaduras que las crías de hiena manchada. Empiezan a salir de la guarida a las 2 semanas y a comer carne a los 30 días, aunque la hembra los cuida y sigue amamantándolos durante 1 año.

Además de la carroña, también se alimentan de desechos humanos, por lo que en algunas aldeas africanas dejan la basura fuera durante la noche para que las hienas se alimenten. No son la presa favorita de ningún depredador, pero son sumisas frente a la hiena manchada (de mayor tamaño que ellas), permitiéndoles robar su comida e incluso pudiendo ser desplazadas del hábitat.

Algunas
curiosidades

Pueden sobrevivir largos periodos sin agua y alimentarse de los huesos de los cadáveres si no queda carne, ya que su potente mandíbula les permite triturarlos fácilmente, e incluso son capaces de romper los caparazones de las tortugas.

Tienen el pelo largo, pudiendo erizarlo para parecer un 38% más grandes cuando se sienten amenazadas.