La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lanzó en 2021 una voz de alarma a la comunidad internacional con la decisión de incrementar el grado de amenaza de extinción del elefante africano en su prestigiosa Lista Roja, que supone un fiel reflejo del estado de la biodiversidad a nivel mundial. Antes incluso de que se comunicaran los cambios en este estatus y vista la tendencia de deterioro de la situación, la Fundación BIOPARC y el parque valenciano, con la recomendación Programa Europeo de Conservación del elefante africano (EEP), tomaron la determinación de formar un grupo de cría controlada para luchar por la supervivencia de la especie. En noviembre de 2022 por primera vez nacía un elefante de sabana (Loxodonta africana), en la Comunidad Valenciana, Makena, y en marzo de este año se renovaba la alegría con otro “elefantito”.
Se quiere agradecer la participación con más de 7.000 votaciones en esta importante decisión que permite llamar la atención sobre la situación de peligro de extinción de esta majestuosa especie.
Como es habitual en estos casos tan relevantes, BIOPARC quiso compartir la elección del nombre del pequeño y se habilitó una votación popular entre las tres propuestas del equipo técnico: Meru, parque Nacional de Kenia, además de un río y una montaña, ha obtenido el 19%; un 28% se ha decantado por Makonnen, que significa “digno de ser respetado; y Malik, de origen árabe y que hace referencia a “rey”, ha sido finalmente la escogida por el 53% de las más de 7.000 participaciones.
El nacimiento a mediados del mes pasado se produjo fruto de la participación de BIOPARC en el programa internacional de conservación del elefante africano, que ha diezmado su población atrozmente de 26 millones en 1800 a 350.000 en la actualidad.
Tanto la Fundación BIOPARC como los parques de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón, continúan con su firme compromiso con la protección de estas especies amenazadas. Es necesario trasladar información y en el caso del animal terrestre más grande de nuestro planeta es terrible, pues se estima que en 1800 poblaban el continente africano unos 26 millones de elefantes. Tan solo un siglo después, en 1900, ya se había perdido gran parte y quedaban unos 10 millones. Ahora, ya en la segunda década del nuevo siglo, las cifras apuntan a unos 350.000. Además de denunciar esta situación y de implicarse activamente en la conservación, continúa siendo imprescindible el papel de los BIOPARC para acercar la naturaleza a la sociedad a través de la recreación de su belleza. El objetivo es que puedan contemplarla como primer paso para reconectar y actuar hacia su protección.